Hola, te platico un poco sobre mí.

Recuerdo que iba en el autobús, en un trayecto que duraba una hora y cuarto desde mi casa hasta la puerta de la fábrica. E iba reflexionando en esa nueva etapa de mi vida.

Me dije: «Esto es temporal, voy a aprender todo lo que pueda, y en el momento adecuado voy a salir a iniciar mi propio negocio.»

En los años que estuve ahí, viví 3 experiencias dolorosas que reforzaron mi idea de que tenía que iniciar mi propio negocio.

Te platico una de esas 3 experiencias.

Observando y haciendo pruebas, logré reducir el consumo de gas de unos hornos, y le ahorré a la empresa $5 mil dólares mensuales. Pero nadie me dio siquiera una palmada en la espalda con un merecido: “Buen trabajo”.

Ahí me di cuenta que en esa empresa nunca iban a valorar mis talentos, y por lo tanto la iba a tener difícil para crecer y ganar más dinero.

Haciendo un paréntesis, en realidad, en 2010, entre mi hermano y yo pensamos en crear una app que tuviera toda la información del transporte público de nuestra ciudad.

Un problema que hoy, más de una década después, nadie ha solucionado. Desafortunadamente éramos jóvenes y nos faltaba conocimiento.

Volviendo a lo que te platicaba, después de renunciar en 2014, tenía ahorrados unos $4 mil dólares y me propuse abrir un pequeño hotel en una propiedad desocupada que tenía mi mamá.

Es una larga historia, pero el caso es que invertí el dinero, me endeudé con un préstamo del banco y desafortunadamente fracasé.

Después del fracaso del hotel, necesitaba volver a generar ingresos. Y como hablo varios idiomas pensé que podría ofrecer servicios de traducción en internet.

Entonces abrí una cuenta en una plataforma online donde se ofrecen esos servicios. Y resulta que a las 2 semanas vendí mi primera traducción por $5 dólares.

Ahí se abrió un camino emocionante; me di cuenta que era posible ganar dinero en Internet con algo que no eran mis estudios, o mi experiencia de trabajo, sino con un talento que yo había adquirido a lo largo de mi vida.

Con ese negocio, mi momento más dulce llegó cuando una empresa me buscó para que le tradujera varios cursos sobre blockchain y web 3.0. Cada curso me llevaba un mes, trabajando 4 horas al día. Y por cada curso cobré $4 mil dólares. Indescriptible!

Ganaba 5 veces mi sueldo de ingeniero, pero trabajando medio tiempo, desde donde yo quisiera y a la hora que yo quisiera.

En junio surgió una oportunidad que me convencería definitivamente. Juan Pablo que era compañero de trabajo de mi hermano, me pidió ayuda para iniciar un negocio. 

Él sabía la historia de que había intentado abrir un hotel y fracasé. Pero también sabía que me estaba yendo bien con lo de la traducción.

Le propuse a Juan Pablo un proyecto donde íbamos a organizar todo lo que necesitaba para iniciar su negocio.

No tenía idea cuánto estaría dispuesto a pagar y decidí cobrarle $800 dólares por un proyecto de 8 sesiones de 2 horas cada una. Y por suerte Juan Pablo accedió con gusto.

Ahí me di cuenta que además de mi habilidad para los idiomas, tenía otros talentos que podía vender. Y así surgió la idea de ayudar a personas que quisieran iniciar su negocio.

Por coincidencias del destino, mi hermano y yo comenzamos a trabajar juntos en esto.

De 2018 a 2021 trabajamos con 15 personas. Les ayudábamos a diseñar su modelo de negocio:

• Concepto

• Tipo de cliente

• Productos o servicios, etc.

Y en 2021 entendí que teníamos que digitalizar nuestros talentos y vender esto en Internet.

Nos costó trabajo entender cómo hacer crecer un negocio en el mundo digital, pero para 2023 ya teníamos un concepto definido y empezamos a conectar con muchas personas interesadas en emprender.

Durante 2023 dimos un taller que tomaron cerca de 250 personas, y de las cuales 40 nos dejaron lindos comentarios en Instagram.

Para 2024, mi hermano y yo decidimos separarnos, y cada quien continuar su camino.

Inicié mi marca personal y sinteticé mi oferta en dos métodos que creé, llamados Digitaliza Tus Talentos y Emprende con Tus Talentos.